El despido improcedente es aquel acto por medio del cual un empleador da por terminada una relación laboral de manera injusta o ilegal, sin mediar justa causa o sin cumplir con los procedimientos establecidos por la ley.
Es importante destacar que un despido solo puede ser considerado justificado ante la presencia de una causa legalmente justificada, como puede ser, por ejemplo, el incumplimiento de las obligaciones contractuales del trabajador o la realización de actividades ilegales dentro del lugar de trabajo.
En primer lugar, si crees que has sido despedido de manera injusta, es importante que te informes sobre tus derechos como trabajador. Es usual que las empresas despidan a los trabajadores bajo pretexto de causas justas, muchas veces sin fundamentos concretos.
En caso de que un empleado se considera víctima de un despido injustificado, puede optar por la vía judicial a través de un abogado laboralista. Este profesional es el encargado de asesorar y representar al trabajador frente al empleador, con el fin de obtener una compensación por los daños ocasionados y, en algunos casos, la readmisión en el puesto de trabajo.
A continuación, se presentan una serie de pasos que se deben seguir para reclamar en caso de haber sido víctima de un despido improcedente:
En primer lugar, se debe recopilar toda la documentación que pueda ser relevante para probar la improcedencia del despido. Esto puede incluir el contrato de trabajo, las nóminas, las comunicaciones recibidas de la empresa, así como cualquier otra prueba que demuestre la inexistencia de causa para el despido.
Si se ha sido despedido de manera injusta, lo más recomendable es contactar con un abogado laboralista de confianza para recibir asesoría legal y representación jurídica en el proceso. Es importante que el abogado cuente con experiencia en temas laborales y tenga un buen conocimiento de la legislación vigente.
En España, el primer paso para reclamar un despido improcedente es presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación del Ministerio de Trabajo. Este trámite tiene como objetivo fomentar la negociación entre el trabajador y la empresa con el fin de alcanzar un acuerdo de forma pacífica.
En la papeleta de conciliación se indican los detalles del despido, las causas por las que se considera improcedente, y se solicita la readmisión en el puesto de trabajo y/o el cobro de una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.
En caso de que la empresa no admita su culpa y se niegue a llegar a un acuerdo en la fase de conciliación, el abogado laboralista puede preparar la demanda ante los juzgados de lo social. En ella se presentan los hechos, se solicita la readmisión o indemnización, y se aportan las pruebas necesarias para demostrar que el despido fue improcedente.
Este proceso puede tomar tiempo, ya que las citaciones y la realización de pruebas pueden demorarse, pero con la ayuda de un abogado, las posibilidades de éxito son mayores.
En caso de que se haya presentado una demanda judicial, es importante que el trabajador esté presente en todo momento en el proceso y preste declaración, si es necesario, durante el juicio. También es necesario que el abogado defienda los intereses del demandante y pruebe las causas de la improcedencia del despido.
Una vez que se ha celebrado el juicio, el juez dictará una sentencia que establecerá si el despido ha sido considerado o no improcedente. En caso de que se declare la improcedencia del despido en la sentencia, se concederá una indemnización al trabajador, que puede oscilar entre 33 y 45 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
El despido improcedente es un tema delicado que puede afectar negativamente la vida laboral y personal del trabajador. Es importante que conozcas tus derechos como empleado y que cuentes con la asesoría de un abogado laboralista en caso de necesitarlo.
Si has sido víctima de un despido improcedente, es importante que sigas los pasos y tramites mencionados en este artículo para reclamar de manera efectiva tus derechos y poder obtener una compensación justa.